5 errores comunes al presentar el examen UNAL (y cómo evitarlos)

Presentar el examen de admisión de la Universidad Nacional de Colombia representa uno de los mayores retos para miles de estudiantes en todo el país. Es una prueba exigente, altamente competitiva y con una estructura diferente a cualquier otra. Aunque muchos se preparan con esfuerzo, es común cometer errores que pueden marcar la diferencia entre ingresar o no. Aquí te contamos cuáles son los cinco errores más frecuentes y cómo puedes evitarlos.
1. Confiarse demasiado en el conocimiento del colegio o del ICFES
Muchos estudiantes creen que por haber tenido un buen rendimiento en el colegio o por haber sacado un puntaje alto en el ICFES, ya están preparados para enfrentar el examen de la UNAL. Sin embargo, este es un error común que puede llevar a una preparación superficial. El examen de admisión de la Nacional tiene un enfoque muy distinto: evalúa principalmente habilidades analíticas, comprensión profunda y razonamiento lógico. No basta con memorizar contenidos; es necesario entrenarse para resolver preguntas que exigen pensar de forma crítica y aplicar el conocimiento en contextos nuevos. Por eso, confiarse demasiado puede hacer que no se estudie con la rigurosidad que realmente se necesita.
2. No entrenar la administración del tiempo
Durante el examen, el tiempo es uno de los recursos más valiosos, y muchos aspirantes lo desaprovechan al quedarse demasiado tiempo en una sola pregunta. Esta mala gestión hace que lleguen apurados al final, dejen preguntas sin responder o se desconcentren por la presión. Administrar bien el tiempo no es algo que se logre solo con intención: se necesita práctica. Hacer simulacros cronometrados, establecer tiempos por sección y aprender a identificar cuándo es momento de avanzar son habilidades fundamentales para sacar el máximo provecho al examen.
3. Estudiar solo teoría sin practicar con ejercicios tipo UNAL
Algunos aspirantes dedican muchas horas a leer guías, resúmenes o ver explicaciones teóricas, pero casi no practican con ejercicios reales. Aunque entender los conceptos es importante, lo que marca la diferencia en un examen como el de la Nacional es la capacidad de resolver preguntas aplicadas bajo presión. No practicar significa no conocer bien el estilo de las preguntas, no aprender de los errores y no desarrollar la agilidad mental necesaria para enfrentar el examen. Incluir sesiones constantes de práctica, especialmente con preguntas similares a las del examen, es clave para reforzar lo aprendido y mejorar el rendimiento.
4. Descuidar áreas como Lectura Crítica y Análisis de Imagen
Es común que los estudiantes le den prioridad a áreas como Matemáticas o Ciencias Naturales, y dejen de lado secciones como Lectura Crítica o Análisis de Imagen. Este es un error grave, ya que estas dos áreas representan una proporción importante del puntaje total del examen. Además, requieren habilidades distintas, como interpretar textos complejos, identificar relaciones entre ideas, o analizar gráficos e imágenes. Ignorarlas puede desequilibrar tu desempeño y dejarte con un puntaje más bajo, incluso si te va bien en otras áreas. La preparación debe ser integral y equilibrada para tener éxito.
5. Descuidar los aspectos logísticos del día del examen
Prepararse académicamente es esencial, pero también lo es estar listo en lo logístico. Hay estudiantes que olvidan revisar su citación, no conocen bien la sede del examen, llegan tarde o incluso olvidan llevar el documento de identidad. Estos errores pueden generar estrés innecesario e incluso impedir que presentes la prueba. Organizar todo con antelación —verificar tu citación, ubicar la sede, preparar los materiales y documentos necesarios— te permitirá llegar con tranquilidad y enfocado en lo importante: rendir al máximo durante el examen.
El examen de admisión de la Universidad Nacional exige mucho más que conocimientos académicos: demanda preparación estratégica, autocontrol, gestión del tiempo y dominio de distintas habilidades cognitivas. Evitar los errores más comunes no solo te ayuda a mejorar tu desempeño, sino que también te permite afrontar la prueba con mayor seguridad y confianza. Identificar estos fallos y corregirlos a tiempo es parte fundamental del proceso de preparación. Si bien el reto es alto, una preparación consciente y equilibrada puede marcar la diferencia entre un intento fallido y una oportunidad cumplida.
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